Diarios de encierro

2020

Vivía en una casa
con dos ventanas de verdad y las otras dos pintadas en la fachada.
Aquellas ventanas pintadas fueron mi primer dolor. Palpaba las paredes del pasillo intentando encontrar las ventanas por dentro.
Toda mi infancia la pasé con el deseo de asomarme para ver lo que se veía desde aquellas ventanas que no existieron.

Gloria Fuertes

Diarios de encierro surge de estos días grises que nos trajo marzo con la primavera. Surge de la esperanza al atardecer. Ya los días se volvían más largos.

Cuando los balcones cobraban vida y podían ver, oír y respirar.
Cuando bajo el clamor de los aplausos todavía se podía escuchar algún pequeño quejido enredado entre las ramas.

Cuando, irremediablemente, nos dimos cuenta de que, como decía el filósofo chino Lao Tse, “sin mirar por la ventana se ven los caminos del cielo. Cuanto más lejos se sale, menos se aprende”.

Diarios de encierro es el retrato de muchos. El mío.